Dos realidades diferentes

EDITORIAL

Una vez más la Secretaría de Turismo dio la nota y tema para comentar en este espacio editorial. Resulta que presumió que con una sólida estrategia de promoción México se posiciona como potencia turística mundial.

Y va otra vez la burra al trigo. Si México como marca país está posicionado como un destino turístico internacional no es, precisamente, por el trabajo realizado por el gobierno federal, ya que por el contrario se desmantelaron instituciones turísticas y se redujo el presupuesto para la Secretaría de Turismo.

Y es que desde el sexenio pasado la Secretaría de Turismo dejó de tener peso en las decisiones de la administración federal, en lo que a las políticas de promoción turística del país tocó.

El entonces secretario de Turismo, Miguel Torruco, no se atrevió nunca a llevarle la contra a ya saben quién en el gobierno federal por las decisiones tomadas en materia de turismo.

La pasada administración contribuyó poco para impulsar el desarrollo de la industria en el país. Han sido los sectores hotelero, turístico y empresarial en general los que han sacado adelante cada uno de los destinos de México en cuanto a turismo.

Ahí están la desaparición del Consejo de Promoción Turística de México (CPTM) y todas sus oficinas en el extranjero, que eran –por ejemplo- un gran apoyo para la realización de las caravanas turísticas que realizaban de manera conjunta Puerto Vallarta y Riviera Nayarit, sobre todo en ciudades importantes de Estados Unidos y Canadá.

A esta decisión se sumó el paulatino recorte –año con año- del presupuesto de la Sectur para las campañas de promoción, publicidad y relaciones públicas.

Y para colmo, el gobierno federal decidió desaparecer Fonatur (Fondo Nacional Fomento al Turismo) que era la institución responsable de la planeación y desarrollo de proyectos turísticos sustentables de impacto en México y un órgano de fomento a la inversión.

Es así que en 2019 se extinguió el CPTM, organismo que contaba con 23 oficinas en el exterior, las cuales fueron sustituidas por las 147 embajadas y consulados de México en el mundo dizque para apoyar la promoción. Imagínense nada más el argumento para justificar el recorte que hoy tiene a la industria turística del país al borde de un infarto por la caída en el mercado estadounidense.

Recordamos aquella tan criticada estrategia de promoción turística de Sectur llamada “Operación toca puertas”, que consistió en visitar los mercados emisores, acompañados de secretarias y secretarios de Turismo estatales, presidentes de las principales cámaras y asociaciones de Turismo, así como empresarios.

Esta fue una parte del intento de Sectur por aminorar la necesidad de promoción de México y sus destinos, pero hay que señalar que fue a todas luces insuficiente, por lo menos no fue como para posicionar a México como potencia mundial.

Hoy la secretaria de Turismo, Josefina Rodríguez, va por el mismo camino, diciéndonos que México es potencia turística, que ha crecido la llegada del turismo internacional, que sigue en ascenso la ocupación y la captación de divisas y derrama económica en los destinos turísticos del país.

En el caso de esta región al sector empresarial le consta que no es así, al menos en lo que va de este año en el que la llegada de turismo, la ocupación y la derrama económica se han quedado por debajo de las expectativas y de los números del año pasado.

Es así que hoy en día estamos viviendo dos realidades diferentes de un mismo fenómeno, porque una es la percepción oficial y otra la precepción empresarial. Y los lectores ¿con cuál se quedan?

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