Por Eugenio Ortiz Carreño/Bahía de Banderas
Dicen los expertos que “en el mar la vida es más sabrosa”, cantan “que en el mar todo es felicidad” y pues hemos de darles toda la razón cuando uno recorre las playas de Bahía de Banderas desde Puerto Vallarta y hasta aquellas que están en Nayarit, pues se ofrece un amplio menú para conocer “las delicias del mar”.
Con el “Domingo de Ramos” arrancó la Semana Mayor se inicia el arribo de turistas nacionales ya se nota en las playas, a diferencia del turismo internacional que suelen viajar en parejas, ahora se reportan grupos de familias completas, en algunos casos hasta con adultos mayores que requieren el apoyo de sillas de ruedas, bastones o andaderas.
La gente local y sobre todo los turistas les basta con empezar a caminar por el malecón de Puerto Vallarta y parece que existiera un mesero invisible porque ahí los ve pasar uno, sobre todo a los varones, con las bebidas servidas: desde la clásica tuba, que es un fermentado de coco color blanco que aderezan con trozos de manzana roja y pedazos de nuez; las micheladas que su principal ingrediente es la cerveza y de ahí la variedad que van de las clásicas con limón, salsa picante y hielo al gusto; las de mango, las de camarones, las de pepino, con clamato y todo para refrescar.
Hay quienes se quedan con la cerveza en su vaso de unicel, otros que las colocan en botellas más sofisticadas pues las cubren para disimular que quizás sea un refresco. Por ello los vendedores de tuba se ponen bien listos y con su bule muestran a todos los que pasan que hay una bebida tradicional en Puerto Vallarta que deben de probar.
Sí bien las enormes pilas de doritos, papas y chetos apilados en una enorme canasta, son de las primeras cosas que se ofrece justo en las cercanías de los arcos. Aquí se les llama duritos, de acuerdo a los vallartenses de sepa y mata, así les nombran a las frituras.
Pero evite desanimarse, pronto verá los elotes en vaso con crema y queso, un poco de mayonesa y ha chulada que ya han creado salsas o aderezos de otros sabores para que no sólo elija en ponerle polvo de chile tajín; verá usted póngale un aderezo de chipotle, si prefiere de cilantro con especias, de chile verde con guacamole, doble de queso, de piñas con mostaza este es más dulce.
Fíjese bien, no vaya pasar de largo en el corredor que hay entre la fuente de los delfines y el puente peatonal cercano a la isla del río Cuale, porque ahí podrá dar rienda suelta a sus antojos. Para empezar nutritivamente le recomendamos un buen bote, si leyó bien, le sirven en bote la fruta bien picada de mango, de pepino, jicama, sandía, naranja, y usted puede hacer también su combinación favorita. Ah, pero la joya de la corona son los mangos en palo, con un montón de chile, sal y limón.
También podrá comprar nieves de garrafa, de distintos sabores como mango, nance, guayaba, limón, maracuyá entre otros; se los venden en dos presentaciones vaso pequeño y mediano. Aquí aprovecharemos para comentar que en cuestión de precios hay una gran variedad y como no están expuestos los precios a la vista del público, hasta que ordene se da el precio o pregunte.
Bueno ya que entre a la playa verá a los que le ofrecen varas de camarón, varas de pescado asado, aunque nos hemos diversificado con la oferta gastronómica y habrá quien les ofrezca tortas de pierna, de pollo, de milanesa, así como tacos de canasta. Ah se nos olvida mencionar que hay quienes les venderán sopa Maruchan y para más asombro de es la comida favorita de muchos jóvenes, quienes la compran a pesar de que la pueden conseguir a un precio más económico en las llamadas tiendas de conveniencia.
En particular hay a quienes llama más la atención las varas de camarón, porque la vendedora ofrece incluir un limón entero para que usted pueda aderezar cada bocado.
Comer en el mar, cerca de la playa es un gusto para muchos, basta con observar los botes de basura, aunque hemos de reconocer que también el piso de las calles aledañas por las cantidades de envolturas que alguna vez resguardaron alimentos. Del otro lado del Ameca en Bucerías y la Cruz de Huanacaxtle el menú se enriquece con el aguachile y otros platillos más finos.