Agencias/AP/Acapulco
Las autoridades en el sur de México seguían evaluando los daños y vigilando la crecida de los ríos mientras la lluvia de los remanentes del huracán “Erick” arreciaba en la región.
Las lluvias torrenciales sobre las escarpadas montañas costeras y los deslaves e inundaciones que podrían causar se convirtieron en una preocupación constante para las autoridades después de que Erick se disipara tras tocar tierra a primera hora de la mañana del jueves en una zona poco poblada de la costa.
Al menos una muerte fue confirmada el jueves en la noche, la de un niño de un año que se ahogó en un río crecido.
Erick tocó tierra en la costa del Pacífico del sur del país, entre las ciudades turísticas de Acapulco y Puerto Escondido, como un huracán de categoría 3.
Las autoridades reportaron deslaves, cortes de carreteras, líneas eléctricas caídas y algunas inundaciones mientras los residentes en la costa, especialmente en Acapulco, se tomaron la llegada del meteoro en serio, con el recuerdos del devastador paso del huracán Otis en 2023 aún fresco en sus mentes.
Bajo una lluvia constante, los residentes y los turistas que quedaban en Acapulco salieron a caminar o visitaron los negocios que volvían a abrir de forma gradual mientras los restos de Erick pasaban justo al interior del balneario turístico.
En Puerto Escondido, los pescadores buscaron e inspeccionaron sus botes azotados por la tormenta y los residentes retiraron árboles caídos y otros escombros.
La amenaza de precipitaciones intensas continuaba en las montañas que se elevan abruptamente por detrás de las famosas playas de Acapulco. Erick avanzó durante el día por la cordillera costera, arrojando lluvias torrenciales a su paso.
Se esperaba que se disipase por la noche sobre las montañas en el estado de Michoacán.