Por Eugenio Ortiz Carreño/Bahía de Banderas
La zona coralina de Punta de Mita y de las Islas Marietas ha sufrido constantes daños causados por eventuales cambios en la temperatura del agua, así como otros causados por el hombre, entre los que destaca el que una gran parte de arrecifes coralinos y conchas marinas se hayan usado como cimiento de la vieja carretera que va de Punta de Mita a la Cruz de Huanacaxtle.
Pocos en Bahía de Banderas, y entre ellos están los ejidatarios de Higuera Blanca que grandes bancos de coral que había en las playas de punta de mita, fueron usados como “cimiento” en la construcción de la antigua carretera que hoy se ha integrado a los desarrollos turísticos desde destiladeras.
El doctor en biología Adolfo Tortolero Langarica del Tecnológico Nacional de México de la Cruz de Huanacaxtle, recuerda que además de la obra, en 1998 hubo otro evento similar al del 2023-24 que blanqueó el coral que quedaba en el fondo marino. Y como si eso fuera poco, desde la Cruz de Huanacaxtle había corales, y donde más abundaba era en Punta de Mita hacia la Higuera, toda esa parte era toda la costera que bordeaba, todo estaba lleno de coral.
Recuerda haberlo conocido en el 97 y desapareció en el 98 y en cuanto a la obra de la carretera impidió que se recuperara la zona de coral, y el problema mayor es que el desarrollo costero que se ha tenido en esa parte y que está muy cerca de la costa, ha afectado o impedido que se recuperen las condiciones ambientales.
RECUPERACIÓN DEL CORAL
Actualmente un equipo de biólogos encabezados por el doctor Amilcar Cupul Magaña, la doctora Alma Paola Rodríguez Troncoso y el propio Adolfo Tortolero, en conjunto trabajamos la Universidad de Guadalajara y el Tecnológico de Bahía de Banderas, en coordinación de un proyecto de la doctora Alma Paola, de National Society y en colaboración de la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas por el restablecimiento del coral en esa zona.
Explicó que este es un trabajo que se viene haciendo desde hace 10 años, mediante proyectos de intervención, más que de restauración, porque restauración es cuando la zona va en retorno a como se conocía antes, a eso se le dice restauración, pero estos proyectos de intervención en este periodo, ha sido fluctuante, ya que iba muy bien hasta 2023 la recuperación era del 13 al 15 por ciento de la estructura coralina.
La cantidad de corales había incrementado gracias a los esfuerzos de intervención, pero en 2023 hubo el evento de blanqueamiento no solo aquí, sino en todo el mundo, y afectó a todos los arrecifes del mundo, por supuesto a los de Marietas, y por eso la recuperación disminuyó y afectó a cerca del 80 al 90 por ciento de lo que estaba restaurado y lo que había natural, se esfumó por la anomalía térmica.
COMENZAR DE NUEVO
Ahora el equipo ha comenzado de nuevo y obviamente los esfuerzos no han parado, y con lo que quedó, hemos comenzado de nuevo utilizando o implementando otras estrategias adicionales a las que ya conocíamos, y ahora gracias al proyecto de National Society, han comenzado a utilizar viveros con la finalidad de tener reservorios de soporte para poder posteriormente volver a restaurar esos corales.
Explicó el biólogo que esos reservorios o viveros, ayudan a que crezcan los corales más rápido y además ayudan a que se puedan mover, en términos de profundidad para poder mitigar un poco el efecto de la temperatura o las corrientes, aunque precisó que lo que más daña al coral es la temperatura, ya que las corrientes son básicamente por la temperatura que tienen estas corrientes, además hay corrientes que se llaman “surgencias”, que ascienden y descienden, traen temperatura y nutrientes y son las que afectan más a los corales, cuando la temperatura es muy fría, como en este momento.
ANOMALÍA TÉRMICA INTENSA
Expuso que el año niño 2023- 24 fue un evento de anomalía térmica fue muy intenso, que nunca se había registrado en muchos lugares del mundo, y duró más de 24 semanas, cuando normalmente duran 8 o 12 semanas y este duró más de 24 semanas con temperaturas arriba de 32 grados, pero ahora es niña y también nos afecta, ahorita la temperatura oscila entre 20 y 16 grados.
De hecho, insistió, los corales son más afectados por el niño, porque ellos son muy sensibles a la luz y esta ha sido muy intensa, entonces cuando se mezclan o se combinan el efecto de la temperatura con mucha luz, pues les afecta muchísimo, al doble.
En cuanto a los viveros, explicó que hay de muchos y de diferentes tipos porque hay viveros con mayas flotantes, pero están en el sustrato, hay estructuras en forma de A, como si fuera un arco, hay estructuras en forma de condominio como de dos pisos, hay estructuras de cemento, hay en forma de araña metálicas, hay estructuras en forma de meseta que están más fijos en el sustrato, y utilizamos más los fijos.
RECUPERACIÓN DE ARRECIFES
Este trabajo de recuperación de arrecifes tiene un importante costo, porque hay que ir a Islas Marietas, se invierte en todo el esfuerzo porque se debe contar con embarcación, pagar la embarcación, contar con tanque de oxígeno, el equipo, obviamente lo hacemos con corazón, se necesita pagar a buzos, y deben tener cierta experiencia porque no es cualquier buzo.
Reiteró que el grupo de trabajo que encabeza el doctor Amilcar Cupul Magaña, ha trabajado durante todos estos años prácticamente desde 1995. Por eso considera que el daño sufrido por esa colonia coralina de Punta de Mita es irreversible, y no se volverá a recuperar hasta dentro de unos 20 años, y además se necesita mucho esfuerzo.
No solo se necesita plantar coral, sino sobre todo lo que se requiere es regular la cantidad de agua tratada en toda la zona, porque todo llega ahí, no solo es lo que se genera puntualmente en Marietas sino lo que se hace en toda la Bahía y le afecta, eventualmente llegan ahí contaminación, aguas residuales, nutrientes y todo lo que se hace alrededor en la costa afecta.
DESBALANCE DE NUTRIENTES
Con los fertilizantes de los campos de golf y la zona agrícola, llegan los nutrientes y eso hace que haya un desbalance de estos elementos, el agua se hace más ácida, pero también más rica en nutrientes eso afecta a los corales porque cambia la dinámica a la que están acostumbrados o que necesitan para crecer.
El mayor problema, consideró, es el crecimiento urbano y turístico que hay en toda la bahía que no va a parar y mientras no pare, las cosas no van a ser distintas.
El doctor Adolfo Tortolero Langarica es egresado de la carrera de biología marina del Tecnológico Nacional de México, al que ingresó siendo director el ingeniero Luis Carlos Tapia. Al salir hizo el doctorado en la Universidad de Guadalajara y el postdoctorado en la Universidad Nacional Autónoma de México y da clases en su alma mater desde hace 25 años.