Por Eugenio Ortiz Carreño/Bahía de Banderas
Las calles de los pueblos se llenaron de rezos y cantos en toda la Bahía de Banderas. Vestidos con túnicas coloridas o negras y cafés, a la usanza del Israel antiguo, cientos de feligreses desfilaron representando la pasión, con un Jesús semidesnudo, y otros de apariencia de soldados romanos, así como los supuestos escribas.
En el ambiente los cantos se oían de un lado a otro, en colonias y fraccionamientos. “Perdona a tu pueblo, Señor… Perdona a tu pueblo, perdónalo Señor. No estés eternamente enojado, no estés eternamente enojado, perdónanos Señor. En otra colonia se escuchaba: Perdón oh Dios mío, perdón e indulgencia, perdón y clemencia, perdón y piedad”.
Asimismo, se iban señalando en pequeños altares puestos por los mismos vecinos, adornados con flores y manteles blancos o de colores con imágenes de la Virgen María, o con crucifijos. Cada uno marcaba las estaciones o caídas de Jesús en el Calvario o los encuentros, como el del Cireneo, y en cada una se oraba y se cantaba.
La cruz de Jesús fue cargada por jóvenes, no solo en Bucerías, en La Peñita de Jaltemba, en Rincón de Guayabitos, El Monteón, en Santiago Ixcuintla, en San Blas, por citar algunas comunidades donde los jóvenes que mostraron su fe para ellos y entregaron en su andar las enseñanzas de sus padres y párrocos.
Mientras tanto que en Puerto Vallarta se realizó también con jóvenes en las parroquias de San Antonio de Padua, a cargo del sacerdote José Luis Olmedo y también en la iglesia de San Miguel Arcángel con el padre Francisco Javier Santiago Dueñas.
Muchachos de las localidades que dejaron los jeans, las playeras, el andar de paseo en la plaza o en la playa con sus amigos, para hacer algo en serio y desde el corazón. Y esto se extendió para todos los personajes: María era adolescente, los soldados romanos, los apóstoles, y así los únicos adultos fueron los párrocos y el público que asistió para ver el fruto de su trabajo.
Adolescentes de menos de 20 años que cargaron una cruz de madera, que se vistieron de blanco, que se colocaron una corona de espinas en sus cabezas y cuyas miradas eran de profunda solemnidad. Ocurrió en el fraccionamiento Lago Real de Bucerías, así como en Valle Dorado, en el templo de San Judas Tadeo de la colonia Arroyos Verdes, o en la iglesia de Santa Cecilia en la colonia Brisas, así como en la Javier Ovando, dedicada a la Virgen de Guadalupe.
Hasta el año pasado, la celebración del Viacrucis, para mostrar la pasión y muerte de Jesucristo sólo se realizaba en algunas parroquias de Bahía de Banderas, incluso en Puerto Vallarta se concentraba en el malecón con la participación de adultos. Ahora en este 2025 la situación cambió radicalmente porque se realizaron mayor número de representaciones y prevaleció la participación de muchachos.
“El Vía Crucis es la oración del que se mueve, interrumpe nuestros recorridos habituales para que del cansancio vayamos hacia la alegría”, dijo el papa Francisco” justo este viernes Santo y en la comunidad de La Peñita de Jaltemba, que está dedicada a la Virgen de Talpa, el santo Viacrucis fue realizado por jóvenes que pertenecen al “EPA” grupo dedicado a realizar encuentros para adolescentes, enfocados en el desarrollo de su fe y su relación con Cristo.
Ahí se realizó la lectura de un escrito que marcaba: ¿Pero, qué hace ahí tirado dejando que le aten un madero a las espaldas? Si es Dios ¿qué hace ahí? ¿por qué está ahí? El quiso morir atado a nuestro peso en sus espaldas y tú te ataste a mí, te ataste a mí”. Hoy quiero decirte Señor que te doy las gracias, que recuerdo mi peso en tus hombros. Pues lo único que te ata al leño es tu amor”.
Los recorridos de los Viacrucis en la mayoría de las localidades de Bahía de Banderas, se realizaron con el apoyo de los habitantes de las localidades, y se distribuyeron las 14 estaciones en pequeños altares colocados afuera de las viviendas y así completar el recorrido de todos los que participaron en la escenificación de la pasión y muerte de Jesucristo.
En comunidades como El Monteón, se notó la carencia de vestuario de los participantes, a excepción de Jesús, María y el Cireneo que ayuda a Jesús a Cargar la cruz, los soldados llevaban tenis y eran pocos, pero se compenso con la participación de doñitas que se cubrían con sus paraguas, para suavizar el sol que apenas muestra sus primeros calores.
Entre tanto en las playas cientos de visitantes nacionales olvidaron su fe y prefirieron disfrutar de las cálidas aguas de la Bahía de Banderas
VIACRUCIS EN PARROQUIA DE NUESTRA SEÑORA DE LA PAZ
Este año el único sitio donde no se realizó la representación del Viacrucis, es la parroquia de Nuestra Señora Reina de la Paz, cuyo edificio está en proceso de reconstrucción. Maquinaria pesada opera en todo el lugar y los feligreses prefirieron asistir a otras parroquias a la representación de esta parte del Triduo Pascual.
Es un auténtico viacrucis por las condiciones en que se encuentra el templo, pero hay la esperanza que al igual que Jesús, que resucitó a los tres días, el templo se reconstruya en los próximos tres años. Por el momento todo está en manos del sacerdote Saul Cortés Ibarra.
