EDITORIAL
Ante la incertidumbre que algunos analistas observan en la industria turística nacional frente a las nuevas políticas anunciadas por el gobierno de los Estados Unidos, es necesario decir que acabamos de tener una probadita de lo que vendrá para el sector durante este año y, ciertamente, no es para nada malo.
Por el contrario, la industria turística sigue viviendo una de sus mejores temporadas de la década más reciente, especialmente comparada con el mismo período de 2019 que fue el tope en el sector, precisamente antes de estallar la desdichada pandemia del coronavirus, con los resultados ya por todos conocidos.
Resulta que, ahora, los mercados nacional e internacional están respondiendo muy bien en cuanto a viajes a los destinos de playa del país y, por supuesto, hacia Jalisco y Nayarit, en donde no hay nada qué lamentar en materia de visitantes y derrama económica.
Es así que el “puente largo” o “fin de semana largo” que inició el pasado viernes con motivo del natalicio de Benito Juárez y que concluyó ayer lunes, fue bastante bueno para la región conformada por Puerto Vallarta y Bahía de Banderas/Riviera Nayarit, especialmente con la llegada de un mayor número de turistas nacionales por la vía carretera.
A reserva de conocer a mediados de esta semana los números finales, la Secretaría de Turismo (Sectur) del gobierno federal anticipó para este segundo puente vacacional de 2025, que el consumo turístico total sería de 63 mil 485 millones de pesos, lo que significaría un aumento anual del 2 por ciento.
La dependencia federal estimó que alrededor de 3 millones 935 mil turistas se hospedarían en los centros turísticos del país, lo que representaría un aumento de uno por ciento.
Además, en este puente vacacional que concluyó se habría registrado una ocupación promedio del 71.4 por ciento a nivel nacional, con lo cual se daría un incremento anual de 0.6 por ciento.
Es cierto que los números de crecimiento esperados en este puente son apenas mínimos, pero sin duda son un incremento que se ha mantenido constante a los recientes años posteriores a la pandemia del Covid-19 y, claro, en su comparativo con 2019.
Lo mejor de todo de estos pronósticos, es que para Puerto Vallarta y Riviera Nayarit los números fueron muy alentadores y, por lo que vimos, casi casi certeros.
Según la Sectur, Puerto Vallarta alcanzaría una ocupación promedio del 86.1 por ciento, mientras que Riviera Nayarit podría haber rondado el 92 por ciento.
Nada mal si consideramos que entre ambos destinos turísticos la oferta de habitaciones de hospedaje disponibles ronda los 48 mil y hasta los 50 mil cuartos hoteleros, incluidos los comercializados por el tiempo compartido.
Esto, amén de todas aquellas unidades vendidas o rentadas en condominios e inmuebles pertenecientes al sector inmobiliario regional.
Es así que, de acuerdo con las asociaciones de hoteles y moteles de ambos destinos turísticos en la región, así como las propias autoridades de Turismo locales y estatales, el pasado fin de semana largo atrajo turismo extra procedente de varias ciudades del país, que contribuyeron a rellenar las arcas de la industria de Puerto Vallarta y Riviera Nayarit que, hoy por hoy, sigue gozando de muy buena salud, a pesar de todos los pronósticos que solo buscan ser agoreros de la mala fortuna…