Cifras oficiales que no cuadran

EDITORIAL

Al cierre de la semana pasada la Secretaría de Turismo (Sectur) del gobierno federal dio a conocer que, durante el primer cuatrimestre del año, ingresaron a México 13 mil 310.7 millones de dólares (mdd) por concepto de divisas por visitantes internacionales.

De acuerdo con los resultados de las Encuestas de Viajeros Internacionales publicados por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), esta cifra representó un aumento del 6.4 por ciento comparado con el mismo periodo de 2024.

Según Sectur, entre enero y abril de 2025 alrededor de 15.6 millones de turistas internacionales ingresaron al país, lo que equivalió a un incremento del 6 y 6.2 por ciento comparado con 2024 y 2019, respectivamente. En ese mismo lapso se registró el ingreso de 31.5 millones de visitantes internacionales, 13.3 por ciento más en comparación con 2024.

Estos números dados a conocer con bombo y platillo por Sectur son, hasta cierto punto, alentadores para la industria turística nacional si no existieran las comparaciones, odiosas pero necesarias.

Resulta que en los análisis realizados por el Centro de Investigación Avanzada en Turismo Sostenible (STARC) de la Universidad Anáhuac los resultados son diferentes y dan cuenta de una caída en la llegada y el gasto del turismo internacional en México.

STARC es el instrumento académico constituido para generar información relevante, oportuna y confiable sobre la industria turística, comunicándola de manera atractiva y eficaz para alcanzar una amplia divulgación de la importancia del turismo en el país.

Bajo esta premisa, STARC se ha comportado a la altura de la circunstancia y ha mantenido una actitud más crítica frente a las cifras oficiales presentadas por el gobierno federal.

Según STARC, en el primer trimestre del año los turistas internacionales que ingresaron al país fueron 11.9 millones, mientras que el ingreso de divisas alcanzó los 10,268.5 mil millones de dólares.

Sin embargo, el punto de quiebre fueron los turistas que ingresaron a México por la vía aérea, en donde se reportaron 6.6 millones de pasajeros, cifra que representó un menos 3.2 por ciento y es ahí en donde se enciende los focos rojos y en donde las alegres cifras oficiales no cuadran.

Claro, Sectur presenta un informe del cuatrimestre y STARC presenta el reporte del trimestre, pero aun así no hay forma de salir bien librados en lo que al turismo aéreo se refiere.

Estamos, pues, ante una inminente baja en la llegada del turismo internacional por la vía aérea y, ciertamente, en el aeropuerto internacional que comparten Puerto Vallarta y Riviera Nayarit desde hace muchos años se ha notado una baja que, según nos informan, lleva al menos 10 meses en caída libre.

Cierto es que la caída ha sido ligera, pero es caída al fin, de tal forma que comienza a ser urgente tomar cartas en el asunto, plantear acciones y estrategias para que la nave vuelva a remontar el vuelo, porque como vamos seguramente este año va a cerrar con una caída estrepitosa y ni las manos van a poder meter.

El asunto es la diferencia que existe entre el conteo de unos y otros y la falta de reacción ante una baja que, ciertamente, ya habían advertido los especialistas y que, por alguna razón, nadie ha querido reconocer.

No se trata de ser fatalistas, pero como que ya va siendo hora de que la industria turística reaccione ante los hechos, porque está visto que, en el gobierno federal desde los tiempos de Torruco, México y sus destinos turísticos están encarrilados para ser una potencia mundial en turismo, cuando en la realidad comenzamos a perder terreno frente a la competencia global…

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