Problemas de tránsito de embarcaciones en la bahía provoca muertes

Por Eugenio Ortiz Carreño/Bahía de Banderas

Para presidenta de Ecología y Conservación de Ballenas A.C. (ECOBAC), Astrid Frisch Jordán, la problemática del tránsito de vehículos en calles y carreteras en tierra se replica en el mar de la bahía de Banderas con la circulación de yates, lanchas y embarcaciones de todo tipo.

La bióloga advirtió que estos vehículos acuáticos son tripulados por capitanes y guías que ponen poca atención para evitar atropellamientos o “propelazos” a la fauna marina.

Informó que en Ecología y Conservación de Ballenas se lleva un registro desde 1996 donde se puede ver “cómo estamos en cuanto a ballenas atropelladas en la región”.

Aclaró que para saber si una ballena fue atropellada en la región tiene que presentar heridas frescas, porque con regularidad se ven ballenas con heridas cicatrizadas.

Contabilizando a las ballenas con heridas frescas resulta que “estamos atropellando a 2.8 ballenas al año, que es un porcentaje altísimo, y el 76 por ciento de estas ballenas atropelladas son hembras junto con sus crías. Nuestro grupo más importante son las hembras en etapa reproductiva y crías recién nacidas”.

COLISIONES CON CRÍAS

Aunque las colisiones con las crías parecen menores, porque no son golpes severos, “estamos hablando de un animal en su etapa más vulnerable de desarrollo y estamos teniendo un impacto muy fuerte en su vida, ya lo vimos con una cría que parecía que tenía una lesión leve en la aleta caudal o cola y esa cría no llegó a su zona de alimentación”.

Aunque no se mueran aquí por el impacto, lo más seguro es que no van a lograr sobrevivir. Esta temporada fueron atropelladas cuatro ballenas, dos adultos y otro fue un juvenil como de un año y otra cría, entonces esos dos animales en su etapa de desarrollo lo más seguro es que no sobrevivan y la razón de los atropellamientos es la velocidad con que se navega en la bahía de Banderas y que los capitanes no ponen atención.

“A veces parece mentira, pero en el mar las ballenas no se ven, las ballenas tienen tendencia a descansar, sobre todo las hembras con crías, cerca de la superficie y si hay viento, pues ya no se ve el soplo, se esconden los lomos y la gente no las ve, entonces como siempre hemos estado promocionando indicando en la campaña ‘menos velocidad, más vida’, hay que navegar a baja velocidad y con un vigía en la proa  que vaya pendiente que no haya una ballena en el camino y hay que recordar que no solo es peligroso para las ballenas, sino también para las personas”.

CELULAR, UN PROBLEMA

Recordó Astrid que ya hubo un muerto en Los Cabos y gente seriamente hospitalizada en La Paz, lo que demuestra que una colisión también es un problema serio para la seguridad de las personas, porque chocar con una ballena es como chocar con un muro de contención.

Puntualizó que en el mar se repite el problema del tráfico en tierra, porque la gente no entiende o no sabe cómo es igual, es un problema de vialidad.

“Entonces, tenemos que navegar a baja velocidad, con mucha precaución, tenemos que ir atentos y alertas y no usar celular, porque ahora ese es el nuevo problema, y así como la gente choca por andar texteando, aquí en el mar se confían cada vez más, porque voltean al frente, no se ve nada cerca, pero qué hay abajo”.

Y lo que hay abajo solo lo puede uno ver si va uno completamente atento, todo el tiempo. Entonces es exactamente la misma problemática, son accidentes que suceden de manera azarosa, pero en esta zona donde “tenemos mantarrayas, tortugas, ballenas, obviamente la probabilidad de una colisión es alta, por la cantidad de esta riqueza tan hermosa y que deja una derrama económica tan importante en la zona”.

NUEVAS TECNOLOGÍAS

Astrid Frisch reconoció que las nuevas tecnologías todavía no hay nada en desarrollo y menos para embarcaciones menores o de recreo como sucede aquí en la bahía, aunque ya se está desarrollando tecnología para buques tanque, donde el problema es inmenso a nivel global y ahí si una embarcación que atropella una ballena, pues ni se entera, pero sí es un problema muy grave para las poblaciones de ballenas a nivel internacional.

“Se está trabajando en tecnología para buques tanque, cruceros y demás, pero para embarcaciones menores como lo que hay aquí, no hay nada todavía. A final de cuentas este es un problema de conciencia, por eso hemos trabajado ya seis años en la campaña menos velocidad, más vida, y cada vez con más alcance”.

“Ahora tenemos videos, lonas en las marinas, pusimos anuncios en el transporte urbano, y aun así nos vamos con cuatro ballenas atropelladas. Entonces es algo que no termina y donde también las autoridades tienen que apoyar porque es muy difícil”.

Aquí las comunicaciones tienen que ser bilingües, no todas las embarcaciones son de mexicanos, hay mucha gente que no habla español.

“Las marinas han sido grandes aliados al ayudarnos a hacerles llegar la información a la gente, pero es una flota cambiante, no termina el trabajo. Los capitanes y guías, cambian, los veleristas también los que vienen de visita, los yates cambian, no siempre es la misma flota”, concluyó.

Déjanos tu comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *