Murió el obispo nayarita Jesús Antonio Lerma Nolasco

Por Mario Herrera García/Bahía de Banderas

El obispo de la Diócesis de Tepic, Luis Artemio Flores Calzada, informó del fallecimiento de monseñor Jesús Antonio Lerma Nolasco, cuyos restos mortales serán velados este martes 11 de marzo en la catedral de Tepic y el miércoles 12 de marzo, se celebrará la misa solemne en Catedral de Tepic, a las 11:00 horas del Pacífico, y posteriormente descansarán sus restos en las criptas de la catedral.

A continuación, se reproduce un relato biográfico de monseñor Lerma Nolasco escrito por Francisco Flores Soria:

Hasta siempre, monseñor Jesús Antonio Lerma Nolasco.

Monseñor Jesús Antonio Lerma Nolasco nació el 4 de julio de 1945 en Xalisco, Nayarit; hijo del albañil Andrés Lerma Castro y la señora Dolores Nolasco; era el mayor de cuatro hermanos, en una familia cristiana practicante.

Estudió la primaria en su pueblo y a los trece años de edad ingresó a la Escuela Apostólica, antes de iniciar su formación en el Seminario Menor de Tepic, donde permaneció cuatro años; en 1963 fue enviado por las autoridades de la Diócesis de Tepic al Seminario de Montezuma de Nuestra Señora de Guadalupe en Nuevo México, Estados Unidos.

Los superiores y maestros eran jesuitas; con ellos cursó un año de ciencias, luego tres años de filosofía y cuatro más de teología; concluyó sus estudios en 1971 y recibió las “Órdenes Menores”, que hoy se conocen como Ministerios laicales, los cuales son el Lectorado y el Acolitado.

Cuando regresó a México, también llegó el nuevo Obispo para la Diócesis de Tepic, monseñor Adolfo Suárez Rivera, quien permitió a Lerma Nolasco y otros religiosos un estudio sociológico para crear nuevas parroquias, ya que en Tepic solo existía una, de modo que la atención pastoral no era la más adecuada; de esa forma se pudieron establecer nuevas parroquias al servicio de los fieles.

El 24 octubre de 1971 Jesús Antonio recibió el diaconado y la ordenación sacerdotal tuvo lugar el 24 de diciembre siguiente; luego fue asignado a la Parroquia de Acaponeta, a donde llegó el 8 de mayo de 1972 y en la cual duró veinte años. Ahí el padre Lerma organizó los grupos de Cursillos, fue el encargado de la Catequesis y creó un teatro bíblico cuyos integrantes realizaban presentaciones durante la Navidad y Semana Santa.

También atendió varios poblados en la sierra, a donde caminaba o cabalgaba hasta ocho horas. Trabajó con las pastoral Juvenil y Preadolescentes; en apoyo de su labor, el Rector del Seminario de Tepic, el padre Carlos Aguiar Retes, hoy Arzobispo Primado de México, envió a la parroquia cinco diáconos.

Durante su época en Acaponeta también fue Decano y Vicario Episcopal de la Zona Costa de Oro, con lo cual adquirió mayor experiencia de coordinación y mando en la jerarquía eclesiástica. Poco después, el Obispo lo responsabilizó de la Pastoral de toda la Diócesis. Durante tres años fungió como Vicario de Pastoral y luego, en 1993, como Vicario General de la Diócesis, ya con el nuevo obispo, Alfonso Humberto Robles Cota. Durante su gestión organizó el primer Sínodo de la Diócesis, en su calidad de vicepresidente.

Tras la jubilación de monseñor Robles Cota, en abril de 2006 fue designado como nuevo obispo de Tepic Ricardo Watty Urquidi, quien ratificó a Lerma Nolasco como Vicario General. Justamente tres años después, la Nunciatura Apostólica en México le informó que el papa Benedicto XVI lo había nombrado Obispo Auxiliar de la Arquidiócesis, al frente de la cual estaba el cardenal Norberto Rivera Carrera.

La consagración de monseñor Lerma Nolasco fue el 9 de junio de 2009 en la Basílica de Guadalupe; el principal consagrante fue el cardenal Norberto Rivera, junto con el nuncio Christophe Pierre y el ahora Arzobispo de México, Carlos Aguiar. Poco antes, al saber la noticia de la designación, la anciana madre de Jesús Antonio se preguntaba, con cierta satisfacción, “¿por qué en esta panza llevé a un obispo?”.

El consagrado llegó a la entonces Séptima Vicaría, ubicada mayormente en la zona de Iztapalapa y parte de Iztacalco, donde se sintió muy arropado por los sacerdotes, quienes acudían a los talleres por él organizados. El área se convirtió en Diócesis de Iztapalapa, de la cual fue nombrado como primer Obispo, responsabilidad de la cual tomó posesión el 4 de noviembre de 2019, en una celebración con la asistencia de aproximadamente cinco mil personas.

En su oportunidad, el originario de Xalisco, Nayarit, expresó su deseo: “Que el Señor nos ayude por el tiempo que tenga que estar aquí con mi gente, que sigamos caminando en esa armonía y fraternidad, dando continuidad de lo que ya veníamos haciendo con un presbiterio dispuesto a trabajar y a luchar por la construcción del Reino de Dios”.

Tenía setenta y seis años de edad cuando el 14 de agosto de 2021 el papa Francisco aceptó su renuncia y pasó a ser Administrador Apostólico de la Diócesis de Iztapalapa, hasta el 11 de octubre del mismo año, fecha en que tomó posesión el nuevo Obispo de la Diócesis y Lerma Nolasco se convirtió en Obispo Emérito de Iztapalapa.

Recientemente, aquejado por problemas de salud, monseñor Jesús Antonio Lerma Nolasco fue internado para su atención en Tepic, donde este lunes dejó el plano terrenal a cuatro meses de cumplir ocho décadas de existencia, tras cincuenta y tres años de ministerio sacerdotal y quince de ministerio episcopal.

Descanse en paz.

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