Por Eugenio Ortiz Carreño/Bahía de Banderas
Para algunos puede ser mucho, pero para otros la derrama que genera el avistamiento de ballenas cada temporada es considerable, si se toma en cuenta que solo en tres meses los prestadores de servicios obtienen en total más de 34 millones de pesos, según una encuesta realizada entre más de 448 visitantes nacionales y extranjeros.
Cada turista que compra un paseo de avistamiento de ballenas, puede gastar un promedio de $1,315.70 diarios, teniendo un promedio total de $5,638.85 por estancia. La derrama económica estimada en dicho estudio es de, aproximadamente, $34,206,400.00, según datos obtenidos entre los años 2023 y 2024.
En el estudio participaron los investigadores se realizó por los maestros investigadores Margarita Carreón Estrada y el doctor Roberto Moncada Cooley, del Tecnológico Nacional de México, plantel la Cruz de Huanacaxtle, y encabezados por la maestra Zenaida García Muñoz, directora del proyecto.
DERRAMA ECONÓMICA
El proyecto se enfoca en la determinación de la derrama económica generada por la actividad de avistamiento de la ballena jorobada (megaptera novaeangliae) durante la temporada de diciembre de 2023 a marzo de 2024 en la Bahía de Banderas, México, realizado en localidades de Nayarit y Jalisco: Punta Mita, La Cruz de Huanacaxtle, Nuevo Nayarit, Puerto Vallarta, Mismaloya y Boca de Tomatlán.
Se utilizó un enfoque mixto, con diseño cuantitativo de alcance descriptivo, población de estudio: empresas ecoturísticas, cooperativas, prestadores de servicio y turistas. Se aplicaron 448 encuestas, mediante un muestreo aleatorio simple, nivel de confianza 95%, error máximo 3%.
Las fuentes de información son la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales, más datos de campo recolectados en las localidades mencionadas. Se precisa en la presentación del estudio, que los resultados indicaron un gasto promedio por turista de $1,315.70 diarios, con un promedio total de $5,638.85 por estancia.
La derrama económica estimada en este estudio fue $34,206,400.00 cifra superior a un 20% del dato oficial reportado por la Dirección General de Vida Silvestre. Esta discrepancia sugiere la necesidad de metodologías más robustas y colaboración entre investigadores y autoridades para mejorar la precisión en el cálculo de estos impactos.
PRÁCTICAS SOSTENIBLES
El estudio resalta la importancia de promover prácticas sostenibles y políticas que fortalezcan tanto la economía local como la conservación ambiental de la zona. Entre estas prácticas, destaca el hecho de que según una evaluación mientras la zona norte de la bahía, tiene una zona de restricción de 2 kilómetros, desde el Ameca hasta Punta de Mita, en la zona sur, de Puerto Vallarta a Cabo Corrientes no hay zona de restricción.
Por ello se propone marcar una zona de restricción similar de dos kilómetros, para que no se pueden ver ballenas ahí y se les deje en paz, la zona norte, se va terminar en abril para ver qué resultados se obtienen, dijo el biólogo Roberto Moncada Cooey.
GRAN ESPECTÁCULO
Hay que recordar que febrero y marzo son los meses en los que la ballena jorobada que llega a aguas de la bahía de Banderas ofrece el mayor espectáculo a propios y extraños.
Esto, luego de que la NOM en la materia estable los lineamientos y especificaciones para el desarrollo de las actividades de observación de ballenas, relativas a su protección y conservación de su hábitat.
Se sabe que las primeras ballenas jorobadas llegan a la bahía de Banderas en los últimos días del mes de noviembre y principios de diciembre para aparearse y reproducirse, mientras que en los últimos días de marzo comienzan el retorno a su lugar de origen.
La ballena jorobada que llega a las costas de México proviene de California, aunque hay otras poblaciones que salen de Alaska para llegar a las islas hawaianas.
El ejemplar que viene a nuestro país pertenece a una de las poblaciones más importantes del Pacífico norteamericano, por lo menos en lo que se refiere a reproducción, no obstante que la ballena jorobada tiene varios puntos para ello en el mundo.
A México muchas especies de ballenas vienen a reproducirse en las aguas templadas, aunque llaman más la atención las que se acercan a la costa, como es el caso de la ballena jorobada, así como las que entran a aguas costeras como la ballena gris, que son muy fáciles de ver y estudiar.