EDITORIAL
No estamos locos, Lucas, porque el Grupo Posadas confirmó esta semana lo que hemos venido señalando a lo largo de este año con respecto a la caída del turismo estadounidense.
Es un hecho que ha disminuidos desde hace 13 meses, por más que la Secretaría de Turismo del gobierno federal se empeñe en afirmar lo contrario. No es campaña contra Sectur, pero molesta el maquille de las cifras cuando en Puerto Vallarta y Riviera Nayarit nos damos perfecta cuenta de la baja del turismo de Estados Unidos.
Resulta que Grupo Posada documentó ya el descenso de visitantes estadounidenses que se ha hecho más visible este año en el Caribe mexicano, que ha sido uno de los destinos más expuestos a las variaciones del turismo internacional.
Dice Grupo Posadas, que opera marcas como One, Fiesta Inn, Fiesta Americana y Live Aqua, que la señal de la baja del turismo de Estados Unidos no es de alarma, aunque sí representa un claro recordatorio de la necesidad de equilibrio los flujos turísticos entre viajeros nacionales y extranjeros.
En consecuencia, la compañía -que administra más de 200 hoteles con más de 30 mil habitaciones en México y el Caribe- ha decidido reforzar su estrategia para atraer a los turistas nacionales.
El grupo detectó que, desde la pandemia del coronavirus, los mexicanos viajan con un enfoque distinto: buscan experiencias que resalten la riqueza cultural y natural del país, de ahí que Posadas centre su nueva campaña en el turismo interno, ofreciendo descuentos, meses sin intereses y paquetes que combinan hospedaje y transporte.
El grupo también ha identificado que los viajeros locales ahora priorizan experiencias integrales sobre la simple estancia hotelera, de tal manera que, ahora, cada viajero está pensando en cuál debe de ser su mejor experiencia, pues la gente quiere ir a Monterrey, Guadalajara y la Ciudad de México, pero con un componente de cultura, es decir, quieren vivir en la ciudad.
El grupo considera que las nuevas estrategias serán clave con el turismo nacional para compensar la desaceleración del turismo proveniente de Estados Unidos, en lo que representa un fenómeno que se acentuó desde inicios de 2025, no obstante que en este espacio editorial notamos esa baja en Puerto Vallarta y Riviera Nayarit a partir del último trimestre del año pasado.
En fin –y aquí viene lo interesante- es que Grupo Posadas advirtió en el primer trimestre de este año sobre la menor llegada de visitantes estadounidenses, que históricamente representan una proporción significativa del flujo de huéspedes en los complejos del grupo.
Según el grupo, este enfriamiento responde a tensiones geopolíticas y a un menor dinamismo económico en Estados Unidos, asociados con las políticas del presidente Donald Trump, aun cuando el impacto no ha sido homogéneo, pero sí perceptible en zonas de alta dependencia del turismo extranjero con lo que esta región de la bahía de Banderas, en donde el sector espera con ansia loca el inicio de la temporada alta de invierno.
Como colofón, Grupo Posadas reconoce que el mercado mexicano es preferente, aunque lo que pasa es que los turistas nacionales reservan de último momento, mientras que otros mercados, como el europeo e incluso el estadounidense y canadiense, reservan hasta con 90 días de anticipación.
Es así que ante el escenario que enfrentan los destinos turísticos del país, particularmente los de playa como Puerto Vallarta y Riviera Nayarit, con el mercado de los Estados Unidos no deja de ser peligrosa la dependencia turística…












