Se hunde la Marigalante y pierde esta región un emblema turístico

Por Miguel Ángel Ocaña Reyes/Puerto Vallarta

Una falla en su sistema de achique marcó el destino de la Marigalante, el emblemático galeón que durante más de tres décadas navegó con orgullo por la bahía de Puerto Vallarta. Mientras regresaba al puerto para someterse a reparaciones técnicas, el barco comenzó a presentar complicaciones a la altura del hotel Buenaventura. Poco a poco, la embarcación que fue símbolo de historia y alegría se hundió en las mismas aguas que la vieron nacer como leyenda.

Gracias a la rápida reacción de la tripulación y al apoyo de las autoridades marítimas, portuarias y de Protección Civil, todos los pasajeros fueron evacuados a salvo. La empresa propietaria expresó su profundo agradecimiento por la solidaridad de quienes acudieron al rescate, en especial a los prestadores de servicios turísticos que no dudaron en ofrecer su ayuda.

La Marigalante no era solo un barco: era un emblema de Vallarta, una embajadora flotante de su espíritu festivo y hospitalario. Construida en 1987 y botada en 1992 para conmemorar el V Centenario del Descubrimiento de América, fue una réplica fiel de la Santa María, la nave con la que Cristóbal Colón cruzó el Atlántico. Desde entonces, se convirtió en parte inseparable del paisaje marino y en un símbolo de orgullo para locales y visitantes.

Durante más de treinta años, sus velas blancas ondearon frente al atardecer, llenando de magia la bahía con sus espectáculos, su tripulación caracterizada y sus historias que evocaban tiempos de exploradores y conquistas. Para muchas generaciones, la Marigalante fue la primera imagen de Puerto Vallarta al llegar por mar o al mirar el horizonte desde el malecón.

Hoy, ese galeón descansa bajo las aguas que fueron su hogar, pero su espíritu sigue vivo en la memoria colectiva de la ciudad. La empresa propietaria aseguró que nadie de su equipo quedará desamparado y que se reembolsarán íntegramente los boletos adquiridos para próximos viajes. Además, anunció con esperanza que una embarcación hermana llegará en los próximos meses para continuar su legado de historia, emoción y orgullo vallartense.

“La Marigalante no se ha ido del todo —dice el comunicado—. Su historia seguirá navegando en los corazones de quienes la admiraron, en las fotos que guardan su silueta al atardecer y en cada ola que toque la orilla de Puerto Vallarta.”

Con su partida, la bahía pierde un símbolo, pero gana una leyenda. La Marigalante, más que un barco, fue y será siempre una parte del alma de Puerto Vallarta.

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